Visitando su pueblo manchego.
La imagen de sus primeras películas
(1945)
Como Aldara, la inolvidable princesa mora de "Locura de Amor" (1948).
Una de sus primeras fotos publicitarias en México (1950)
México 1954
México 1954
Hollywood 1956
Hollywood 1957
España 1957
España 1960
España 1963
España 1968
España 1970
España 1988
Espectacular y deliciosa en todos sus recitales.
Una experiencia inolvidable verla y escucharla en directo.
La siempre cambiante imagen de una gran estrella.
La estatua de Sara preside desafiante
el Parque Sara Montiel en su ciudad natal.
Museo Sara Montiel en el corazón de La Mancha (2010)
Tumba de Sara Montiel
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El 8 de abril del 2013 Sara Montiel, la artista que marcó toda una época en el cine y la canción, falleció repentinamente en su domicilio madrileño. España y el mundo se conmocionaron ante la desaparición de un personaje popular que parecía inmutable y eterno. Dejaba atrás un prolífero legado artístico que la había convertido, aún en vida, en una leyenda...en un mito único e insustituible.
LOS COMIENZOS
Sara Montiel, nació en Campo de Criptana, provincia de Ciudad Real, Castilla-La Mancha, España, el 10 de marzo de 1928. Sus padres fueron Isidoro Abad, labrador de origen que después despuntaría en negociante de vinos, y María Vicenta Fernández, peluquera a domicilio. La niña, bautizada con el nombre de María Antonia Alejandra Abad Fernández, fue la única hija de ese matrimonio aunque ambos cónyugues habían procreado otros hijos en relaciones anteriores. Pronto la familia se transladó a Orihuela, Alicante, en busca de oportunidades y de un mejor clima para Don Isidoro que padecía de asma. María Antonia asistió a una escuela de monjas dominicas donde se destacó en el coro que dirigía la madre Sor Leocadia. Desde muy pequeña la niña había demostrado grandes aptitudes para la música y la actuación organizando, con otras compañeritas, veladas artísticas en las cuales usaba de telón las mejores colchas de su madre.
Fue precisamente en Orihuela donde María Antonia sería descubierta al entonar una saeta durante una procesión religiosa de Semana Santa. Vicente Casanova, influyente industrial vinculado a la empresa cinematográfica Cifesa, se impresionó al escucharla cantar y con la autorización paterna se la llevó a Valencia donde procuró que la joven recibiera un entrenamiento básico en declamación y canto.
En 1943 María Antonia, ya una bella adolescente, concursó en un certamen de nuevos valores auspiciado por Cifesa y se llevó el primer premio que consistía en una modesta suma de dinero y un contrato para trabajar en el cine. Un año despues, debutó interpretando un pequeño papel de colegiala en la cinta
"Te Quiero Para Mí" que, a pesar de sus limitaciones, llamó la atención de productores y directores.
En esa película apareció en el reparto como "Maria Alejandra" pero para su próximo film, "Empezó en Boda", se decidió por una imagen mas adulta y sofisticada aconsejada por el polifacético escritor y dibujante Enrique Herreros. La joven actriz se transformó en una espléndida rubia llamada Sara Montiel mientras que Herreros se convertiría en su primer representante y publicista. El nuevo nombre fue inspirado por la abuela materna que se llamaba Sara María y por los Campos de Montiel de su natal tierra manchega. Debido a su juventud se comenzó a llamarla Sarita, lo cual quedó através del tiempo.
A pesar de las escasas posibilidades que existían en el cine español de aquella época, Sarita consigue imponerse y llega a filmar 14 películas entre 1945 y 1950 incluyendo su primer gran éxito a nivel internacional "Locura de Amor"(1948) donde interpretó el papel de Aldara, una princesa islámica. Inmediatamente Sara es reclamada por los productores de varios países y filma en Marruecos "Aquel Hombre de Tánger"(1950), una coproducción con Estados Unidos, pero decide establecerse en México donde su Aldara ha llamado poderosamente la atención.
MEXICO - HOLLYWOOD
En México, Sara es recibida con todos los honores y se convierte rápidamente en una de las actrices mas populares de Latinoamérica filmando 13 películas entre 1950 y 1955 con los actores mas cotizados del momento. "Furia Roja" con Arturo de Córdova; tres films como pareja del ídolo Pedro Infante, "Necesito Dinero", "Ahí Viene Martín Corona" y "El Enamorado"; "Cárcel de Mujeres" al lado de Miroslava y Katy Jurado, "Piel Canela" con Manolo Fábregas y "Por qué Ya No Me Quieres" con Agustín Lara, son algunos de los títulos que consolidaron su fama y que han pasado a la historia del llamado "Cine de Oro Mexicano."
México también sería providencial para la carrera musical de la actriz. Allí tuvo la oportunidad de grabar varias canciones para la banda sonora de sus películas bajo la dirección de maestros tan importanes como Manuel Esperón, Gonzalo Curiel y el mismísimo Agustin Lara quien incluso se la llevó de gira por todo el país y Estados Unidos como vocalista de su orquesta. Sin embargo todavía tardaría un tiempo en consolidarse como cantante.
En 1954 llegó la oportunidad dorada de trabajar en Hollywood, Meca del cine mundial, con la película "Vera Cruz" al lado de Gary Cooper y Burt Lancaster... Su trabajo impresiona y Hollywood le abre sus puertas. La Columbia Pictures le ofrece un contrato de siete años pero ante la sorpresa de todos, Sarita decide no atarse a contratos largos. Interpreta "Serenade" (1956) para la Warner Bros., donde comparte honores estelares con Mario Lanza, Joan Fontaine y Vincent Price, bajo la dirección de Anthony Mann. Este film resultaría importante en su vida ya que Montiel y Mann terminaron enamorándose y al año siguiente contrajeron nupcias.
Después de filmar junto a Rod Steiger y Charles Bronson, el controversial oeste de Samuel Fuller "Run Of The Arrow" (1957), Sarita viajó a España para unas cortas vacaciones y allá le ofrecieron el papel protagónico en un film musical llamado "El Último Cuplé". La estrella aceptó más por amistad con su director Juan de Orduña que por algún interés concreto en el proyecto y la película se terminó en unas pocas semanas. Aunque al principio se había planeado que Sarita "doblara" las canciones de la película previamente grabadas por una cantante profesional, a falta de presupuesto se decidió que la actriz cantase esos temas con su propia voz. Al finalizar el rodaje, Sarita regresó a Hollywood para continuar su carrera en tierras americanas sin sospechar lo que le tenía deparado el destino...
NACE UNA MEGA-ESTRELLA
Desde su estreno, "El Último Cuplé" y la actuación de Sara Montiel impactaron al público convirtiéndose en un fenómeno sociológico que revolucionó la industria cinematográfica y la música popular. La película se mantuvo en cartel durante mas de un año no solo en España sino en toda Europa y Latino América consagrando a Sara Montiel como un ídolo internacional. Las canciones del film cantadas por Sarita lograron los primeros puestos de popularidad en las emisoras radiales de 20 paises.
Ante el sensacional triunfo, la actriz firmó un contrato millonario para rodar musicales en España y Europa. Al mismo tiempo la casa discográfica Hispavox le extendió un ventajoso contrato para la grabación y edición de sus discos por lo cual Sarita decidió abandonar Hollywood y establecerse definitivamente en España. Tenía ahora que demostrar que no había triunfado tan aparatosamente por simple casualidad.
La confirmación no tardaría en llegar. Su siguiente film, "La Violetera" (1958), obtuvo un éxito popular similar al anterior. El tema del maestro Padilla que le dió nombre a la película se convertiría en "el tema de Sara" con el cual la identificarían en el mundo entero para siempre... Desde entonces, Sara Montiel combinaría la filmación de películas con la grabación de discos y actuaciones personales en los escenarios mas prestigiosos del mundo. Sus siguientes vehículos estelares fueron "Carmen, la de Ronda" (1959), "Mi Último Tango" (1960) y "Pecado de Amor" (1961). Estas películas perfilaron e hicieron definitivas las constantes de un personaje cinematográfico que, sin dejar de ser auténticamente hispano, tenía la misma fuerza de las grandes del cine mundial, desde Greta Garbo, pasando por Marlene Dietrich, hasta Elizabeth Taylor.
El "mito Sara" había llegado para quedarse.
LA LEYENDA SE CONSOLIDA
Le siguieron mas películas taquilleras y mas discos de gran impacto popular: "La Bella Lola" (1962), "La Reina del Chantecler" (1963) y "Noches de Casablanca" (1963) que llevaron su imagen y arte a países como Rusia y la antigua Unión Soviética, Europa Oriental, Grecia, Turquía, Israel y Japón. A nivel personal, en 1963 Sarita se divorció de su esposo Anthony Mann y en 1964 contrajo nupcias en Roma con Vicente Ramírez-Olalla, un matrimonio que no sobrevivió la luna de miel pero que por haberse efectuado en la Iglesia Católica tuvo validez hasta que el Vaticano concedió la anulación en 1978.
Los triunfos de Sara en cine continuaron: "Samba" (1964), "La Dama de Beirut" (1965), "La Mujer Perdida" (1966), la muy discutida "Tuset Street" (1967), "Esa Mujer" (1968), "Varietés" (1971) y "Cinco Almohadas Para Una Noche" (1974) que resultó ser la última intervención de Sara en la pantalla grande. Para entonces había llegado al cine español la época del "destape" y el interés de la Montiel pasó, poco a poco, del cine al teatro de revistas donde causó tanto revuelo como anteriormente lo había hecho en el celuloide.
De esos espectáculos musicales cabe destacar títulos tan "sui generis" como "Sara en Persona" (1970-73), "Saritísima" (1974-75), "Increible Sara" (1977-78), "Super Sara Show" (1979-80), "Doña Sara de La Mancha" (1981-82), "Taxi Vamos Al Victoria" (1983-84), "Nostalgia" (1984-85), "Sara, Mes Que Mai !!" (1986), "Sara, Siempre Sara" (1987-88)
y "Saritízate" (1989-91).
SARA EN TV
Aunque durante toda su carrera, Sara actuó en innumerables programas de televisión en todo el mundo, (su debut televisivo fué en La Habana, Cuba en 1958 para el Canal 11 del célebre empresario Gaspar Pumarejo), la estrella manchega sorprendió a todos con una mini-serie espectacular para Televisión Española titulada "Sara y punto" (1989-90) donde interpretó docenas de sus grades éxitos musicales, actuó en segmentos humorísticos y presentó en cada programa invitados de gran popularidad, desde Luciano Pavarotti hasta Boney M, pasando por Charles Aznavour y Alberto Cortés.
De 1992 a 1994 Sara sirvió de anfitriona y figura central del programa "Ven Al Paralelo", grabado en directo en el Teatro Arnau de Barcelona. En esta serie la estrella deleitó con sus canciones y compartió el escenario con una constelación de estrellas internacionales que incluyó a Raphael, Rocío Dúrcal, Nati Mistral, Jose Luis Rodríguez "El Puma", Lola Flores, Lucho Gatica, Celia Cruz, Olga Breeskin, "Polo-Polo", Bertín Osborne, Norma Duvall y un largo etcétera de primerísimas figuras.
RECONOCIMIENTOS
Durante su larga y singular carrera artística, Sara Montiel recibió incontables premios y reconocimientos a su labor. Sería imposible mencionar todos los trofeos, medallas y diplomas en este limitado espacio. Baste recordar que Sarita recibió por dos años consecutivos el premio a la mejor actriz concedido por el Sindicado Nacional de Espectáculos por sus intervenciones en "El Último Cuplé" y "La Violetera," que era entonces el equivalente español al Oscar de Hollywood mucho antes que se instituyeran los Goyas.
Otros premios y homenajes que se le han otorgado incluyen el "Ben Gurion" de Israel (1982), la medalla de la Legión de Honor de Francia (1984), el Golden Eagle de Hollywood (1987), el premio ACE de Nueva York (1989), discos de oro y platino en más de 20 países y las llaves de las ciudades mas importantes del mundo desde Buenos Aires hasta Tokio. En muchas de esas ciudades se le proclamó también como "ciudadana adoptiva" como en el caso de Los Angeles (1972) y Nueva York (1975). E
n el estado de la Florida solamente, la Montiel tuvo reconocimientos similares en tres ciudades: Miami, Hialeah y Tampa.
Develando su estatua en el Parque Sara Montiel (2010)
Tampoco podríamos reseñar aquí todos los homenajes que se le tributaron en festivales cinematográficos internacionales pero cabe destacar el Festival de Cine de Otoño de París (1984) donde se exhibieron siete películas de Sara Montiel y las menciones especiales en festivales celebrados en Moscú (1996), Tokio (1998) y Río de Janeiro (2002). En 1997 la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España le otorgó a Sara Montiel la medalla de oro por su trabajo en el cine y en su ciudad natal de Campo de Criptana hay una placa conmemorativa en la casa donde nació. En esa misma localidad existe un museo de la actriz instalado en un representativo molino del siglo XVI, así como una avenida con su nombre y un parque presidido por una escultura de la estrella manchega. En el 2012 Sara Montiel recibió emotivos homenajes en las ciudades norteamericanas de Chicago, Cincinnati y Nueva York auspiciados por el Instituto Cervantes y las universidades de dichas comunidades por su contribución a la cultura hispanoamericana.
VIDA PRIVADA
Paralelamente a su incansable y exitosa actividad artística, la vida privada de Sara Montiel fué una fuente inagotable para los medios de comunicaciones que siguieron con gran interés cada paso de la estrella. Los fracasos de sus matrimonios con Anthony Mann y Vicente Ramírez-Olalla, varios amores truncados por las circuntancias, la maternidad frustrada y, por un largo tiempo, la tranquilidad y felicidad con su tercer esposo "Pepe" Tous. Durante ese matrimonio, Sara logró el sueño de ser madre con la adopción de Thais (1979) y Zeus (1982) los cuales se convirtieron en el foco central en la vida de la pareja. Sara y sus hijos recibieron un duro golpe con el lamentable fallecimiento de Tous en 1992 víctima de cáncer.
En el 2000 la actriz publicó sus memorias en el libro "Vivir es un placer" que se convirtió rápidamente en gran éxito de ventas. Intentó rehacer su vida sentimental con el actor italiano Giancarlo Viola, un viejo amor del pasado, pero después de muchas especulaciones la pareja no llegó al matrimonio. La posibilidad de un nuevo amor para Sara Montiel se hizo una controversial realidad el 17 de Octubre del 2002 cuando la actriz contrajo nupcias con "Tony" Hernández, un cubano de 39 años residente en La Habana. La sorpresiva boda civil en una alcaldía madrileña provocó gran alboroto mediático pero menos sorpresiva fue la solicitud de divorcio presentado por Sara el 10 de julio de 2003 dando así fin al "episodio Tony."
CREPUSCULO
Otra vez divorciada, Sara Montiel continuó su vida sin importarle el inexorable paso del tiempo y mucho menos las opiniones de sus detractores que la acusaron de deterioro de imagen. Luciendo llamativo vestuario y sus famosas joyas, la artista prosiguió ofreciendo recitales y apareciendo en la televisión. Prestó su imagen a los premios europeos de la cadena MTV, grabó duetos con el barítono José Antonio Román Marcos y acaparó la atención de los jóvenes colaborando con Alaska y Fangoria en un video del tema "Absolutamente." (2009). Respaldó la carrera de su hijo Zeus apareciendo en su video "Sex Dance" (2011) y continuó ofreciendo recitales en España y en otros paises destacando su gira por Estados Unidos en el 2012. No es extraño que la prensa la calificara entonces "incombustible y eterna".
"Absolutamente" el exitoso video con Fangoria
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Con su hijo Zeus en el lanzamiento del video"Sex Dance" en el cual participó.
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A principios del 2013, Televisión Española transmitió en el espacio de Crónicas un documental titulado "El sueño de Sara" celebrando la vida y la obra de la artista. Pocos semanas después, el 10 de marzo, Sara Montiel anunciaba sus intenciones de continuar en el espectáculo mientras celebraba su cumpleaños Nº 85 rodeada de familiares y amigos. Lamentablemente el destino se interpuso la fatídica mañana del 8 de abril y la artista sorprendió a todos por última vez con su inesperado fallecimiento.
Madrid y toda España despidió a Sara Montiel con profundas muestras de dolor mientras que por todo el mundo corría la noticia del adiós definitivo de la manchega universal. La incredulidad inicial se tornó en hondo pesar ante la pérdida de una mujer que era mucho más que una actriz o una cantante. Sara Montiel era un personaje familiar, querido y entrañable para muchísimas personas. Su belleza, talento y simpatía unidos a su determinación, intuición y disciplina derribaron barreras culturales y abrieron caminos insospechados para ella y para muchos. No será olvidada mientras existan sus películas y sus grabaciones porque las estrellas de la categoría de Sara Montiel son irrepetibles y ciertamente eternas.
El pueblo de Madrid despide a la estrella más grande de España
La despedida personal de Giancarlo Viola
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